Los agapornis, que son originarios de África, también son conocidos como «Los Inseparables» o «Loros del Amor» debido a que cuando se emparejan, lo hacen para toda la vida, y además están continuamente haciéndose demostraciones de cariño.
A diferencia de sus parientes los loros, no consiguen aprender a hablar, aunque sí tienen habilidad para imitar sonidos.
Son animales que se adaptan muy bien a vivir en cautividad, son fáciles de domesticar y pueden llegar a ser muy afectuosos con sus dueños. Tienen un carácter muy alegre, sociable y juguetón, aunque, también hay que decir, que son muy escandalosos, característica que puede llegar a convertirse en un problema si se va a convivir con ellos en un piso.
Se alimentan de una mezcla de semillas de alpiste, mijo, avena y girasol, así como de fruta y verduras como zanahorias y manzanas. También es recomendable ,sobre todo antes de la época de cría, proporcionarles una aportación de calcio que se puede obtener colocando en la jaula un hueso de jibia y también de huevo, como por ejemplo galletas o bizcochos.
Es un animal que cría con facilidad en cautividad si se consigue una pareja real, cosa que no es tan fácil como parece, pues morfológicamente la hembra y el macho son idénticos. La hembra, suele poner entre 3 y 7 huevos en días alternos que nacen a los 25-28 días aproximadamente, siendo normal varias puestas al año, que suelen coincidir con la primavera y el otoño.