Foto: www.fondoimagenes.com
CaracterÃsticas
Longitud: Hasta 8 cm.
Descripción
Los caracoles son moluscos de cuerpo alargado que poseen una cabeza bien diferenciada con cuatro tentáculos, dos de los cuales están provistos de ojos. Tienen una lengua rasposa que utilizan para raer la superficie de las hojas tiernas y los tallos que constituyen su alimento preferido, pudiendo llegar a ser una verdadera plaga para las cosechas. Disponen de una concha en forma de espiral que generamente se enrolla en sentido contrario a las agujas del reloj y en cuyo interior se refugian para protegerse. Este caparazón crece al mismo tiempo que lo hace el caracol, de forma que, al crecer, va añadiendo cámaras a la concha, siendo cada cámara más grande que la anterior.
Los caracoles, de forma similar a los gusanos, se mueven alternando contracciones y estiramientos del cuerpo. Segregan una sustancia pegajosa llamada mucus que les facilita el movimiento y les protege de las agresiones externas. Cuando se esconden en el interior de la concha segregan otra sustancia que se endurece y les permite tapar la entrada del caparazón que se denomina opérculo.
La mayorÃa de los caracoles terrestres hibernan durante el invierno o en condiciones de sequÃa extrema y para hacerlo sellan la concha con el opérculo, que es destruido en la primavera o cuando el entorno se hace más húmedo.
Los caracoles son hermafroditas, es decir, producen tanto espermatozoides como óvulos pero no pueden autofecundarse, necesitando a otro individuo para poder realizar la fecundación. A los veinte dÃas aproximadamente de que tenga lugar el acoplamiento, cada individuo pondrá en una pequeña fosa preparada de antemano entre cincuenta y cien huevos que eclosionarán al cabo de entre 15 dÃas y un mes en función de las condiciones climatológicas.
Otras especies de caracoles son las babosas, que nos son más que caracoles sin concha y las caracolas de mar que se diferencian, entre otras cosas, de los caracoles terrestres en que los caracoles terrestres respiran a través de pulmones y los marinos lo hacen a través de branquias.
CaracterÃsticas
Longitud: Hasta 8 cm.
Descripción
Los caracoles son moluscos de cuerpo alargado que poseen una cabeza bien diferenciada con cuatro tentáculos, dos de los cuales están provistos de ojos. Tienen una lengua rasposa que utilizan para raer la superficie de las hojas tiernas y los tallos que constituyen su alimento preferido, pudiendo llegar a ser una verdadera plaga para las cosechas. Disponen de una concha en forma de espiral que generamente se enrolla en sentido contrario a las agujas del reloj y en cuyo interior se refugian para protegerse. Este caparazón crece al mismo tiempo que lo hace el caracol, de forma que, al crecer, va añadiendo cámaras a la concha, siendo cada cámara más grande que la anterior.
Los caracoles, de forma similar a los gusanos, se mueven alternando contracciones y estiramientos del cuerpo. Segregan una sustancia pegajosa llamada mucus que les facilita el movimiento y les protege de las agresiones externas. Cuando se esconden en el interior de la concha segregan otra sustancia que se endurece y les permite tapar la entrada del caparazón que se denomina opérculo.
La mayorÃa de los caracoles terrestres hibernan durante el invierno o en condiciones de sequÃa extrema y para hacerlo sellan la concha con el opérculo, que es destruido en la primavera o cuando el entorno se hace más húmedo.
Los caracoles son hermafroditas, es decir, producen tanto espermatozoides como óvulos pero no pueden autofecundarse, necesitando a otro individuo para poder realizar la fecundación. A los veinte dÃas aproximadamente de que tenga lugar el acoplamiento, cada individuo pondrá en una pequeña fosa preparada de antemano entre cincuenta y cien huevos que eclosionarán al cabo de entre 15 dÃas y un mes en función de las condiciones climatológicas.
Otras especies de caracoles son las babosas, que nos son más que caracoles sin concha y las caracolas de mar que se diferencian, entre otras cosas, de los caracoles terrestres en que los caracoles terrestres respiran a través de pulmones y los marinos lo hacen a través de branquias.
Pues mi caracol sà se autofecunda. Sólo está él y cada mes, más o menos, deja decenas de huevos en un tiesto…Cuando nacen o un poco antes los deposito en un parque próximo. No hay duda…el mÃo se autofecunda…Creo que sà debe ser raro, porque lo que se dice en el reportaje es lo que he visto buscando en google. Sea como fuere, asà es.
He aprendido muchas cosas gracias